No fue por afán de competir con mi queridísimo elefante de la memoria amplia, no. No intento tampoco demostrar que podía volver a hacerlo. En la antigüedad, en Asia, se creía que al dedicarle tiempo y trabajo a un elefante, este, te concedería un deseo. Con esa intención lo hice. Porque al menos a mi me ha resultado y pretendo cada cierto tiempo, cuando sea necesario y pertinente, hacer un elefante. Ni siquiera los veo como algo mío, son autónomos. Ellos tienen una identidad propia, y yo soy tan solo el conductor.
sábado, 30 de enero de 2010
Los hijos de Ganesha
Publicado por Selene Murillo en 2:09
Etiquetas: Selene Murillo Elefante pluma bic boligrafo dibujo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario